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Vermicompostadora casera

Posted By Laia Pesas / 20 marzo, 2014 / Huertos urbanos, Permacultura, Reciclaje / 2 Comments

Este año me he propuesto reducir en la medida de lo posible el volumen de desperdicios de mi casa. Entre otras cosas, procuro comprar alimentos a granel utilizando mi propio envase de cristal, llevo a la compra mis propias bolsas o intento reutilizar al máximo algunos de mis envases de plástico. También, que es de lo que va el post, estoy intentando compostar los restos de comida que generamos en la cocina.

Hacer vermicultura significa utilizar lombrices (normalmente ‘rojas californianas’ o eisenia foetida) para obtener humus o abono de excelente calidad para el huerto, jardín o frutales. Es una manera perfecta de convertir nuestros desechos orgánicos en algo muy preciado.

Primero de todo, y antes de encargar nuestras lombrices, hay que pensar en dónde vivirán. Hay muchas vermicompostadoras comerciales que son accesibles y eficaces. Aquí, vamos a ver como hacer una con materiales comunes y a un precio muy asequible.

Necesitamos

  1. 3 cubos de plástico de mínimo 30L de capacidad (uno de ellos con tapa).
  2. Taladro con brocas de 6mm.
  3. Sustrato.
  4. Lombrices.
  5. Restos orgánicos.

Pasos

  1. Con el taladro y la broca, haz agujeros en la parte de abajo en 2 de los 3 cubos (9 agujeros aproximadamente).  Esos agujeros servirán para que el líquido del humus (un fantástico abono de aplicación foliar) vaya filtrándose hacia el cubo inferior.
  2. Haz también unos 9 agujeros en la tapa, esto asegura la oxigenación del hábitat de las lombrices.
  3. Coloca uno de los cubos agujereados dentro del cubo sin agujerear. Asegúrate que queda un espacio entre el fondo de cubo y cubo. Si no, utiliza unos soportes dentro del cubo inferior para levantar el cubo superior.
  4. Coloca sustrato en la base agujereada del cubo superior. Seguidamente, coloca las lombrices (que deberían venir en estiércol) y al final, otra capa de sustrato. Hecha un poco de comida, humedécelo, y déjalo así durante unos días.
  5. Después de estos días, ya puedes echar en ese cubo todo tipo de restos orgánicos menos: cítricos, plátanos, ajos, cebollas, comidas grasientas como carne, pescado o huevo (aunque si las cáscaras del huevo) y cualquier material que sea demasiado ácido. Recuerda echar los restos a un lado, así las lombrices tienen espacio para refugiarse si los restos se acidifican demasiado. El tercer cubo se pone encima de todos cuando las lombrices no tienen más espacio en el segundo cubo. Se colocan unos pocos restos en un lecho de sustrato en este tercer cubo y las lombrices subirán ahí por los agujeros. Entonces, podrás sacar el cubo del medio y ¡Recolectar tu humus!

Mi vermicompostadora está en mi cocina, ya que tiene que estar a temperaturas templadas, y no tengo ningún problema de olores. Además, teniéndola a la vista,  es más fácil acordarse de rociar el lecho de las lombrices con un poquito de agua cada par de días, si lo necesita para mantener una alta humedad.

Aunque no es nada complicado, siempre es bueno que consultes con un experto dudas sobre las necesidades de tus lombrices.

¡Anímate, es fácil!

Comentarios

2 Comentarios

  • María Eugenia
    9 noviembre, 2016 at 0:29

    ¿Por qué no se pueden poner plátanos? ¡Nunca había escuchado que no fuera recomendable!

  • Guillermo
    30 octubre, 2017 at 16:21

    Plátanos se pueden poner sin problemas, les encanta las lombrices

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