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Verdades sobre la medicina homeopática

Posted By Dr. Joaquín Peleteiro / 25 junio, 2015 / Homeopatía, Salud natural / 0 Comments

En todos los ámbitos de la vida: política, social, económica… lo mismo que en medicina y salud, las cosas no son exclusivamente como nos dicen que son. Es necesaria una reflexión, sin prejuicios, para que cada uno se forme su propia opinión.

Pensemos que la medicina, como otras muchas facetas de la vida, está dirigida por los mismos intereses que en economía, política, sociedad, quieren hacernos creer que la vida es lo que a ellos les interesa que sea. No se crean lo que les dicen, ni lo que yo les digo, investiguen, escuchen, lean e infórmense, sin prejuicios, para formarse su propio criterio; en temas de salud y enfermedad también. Está en juego el bienestar de cada uno.

Son muchos los médicos que la practican y la defienden

La homeopatía, desde que fue fundada por el Dr. Samuel Hahnemann (1755-1843) es una medicina ejercida y defendida, durante sus más de 200 años de existencia, por muchos médicos titulados en diferentes Universidades de todo el mundo. Muchos de ellos se acercaron a la medicina homeopática con recelos y con ánimo de criticarla, pero acabaron ejerciéndola y siendo sus máximos defensores. Una medicina que no tenga un fundamento creíble no duraría tantos años, ni seria una medicina dentro de la seguridad social en países, como por ejemplo, Suiza.

Es injusta e inmerecidamente atacada

Se le acusa de ser la medicina placebo. Argumentan en su contra que no damos nada más que lactosa o agua. Lo cual es totalmente y categóricamente falso e incierto. Aquellos que dicen y repiten esto, no muestran más que su falta de imparcialidad; hablan desde sus prejuicios, sin dar cabida, de forma desinteresada, a cualquier otra forma de pensar que no coincida con lo que ellos dan por establecido.

Cuando algo se sale de lo planteado y aceptado por la ciencia oficial y los poderes que la sustentan, se rechaza, se intenta aniquilar. La historia de la humanidad está llena de situaciones o planteamientos como éste, en los que, cuando un paradigma científico nuevo viene y tambalea los cimientos de lo establecido, pasa a ser tajantemente rechazado. Esto es lo que pasó con Galileo y esto es lo que está pasando ahora con los científicos que están demostrando las bases científicas de la acción de la homeopatía.

La acción “específica” de una substancia a dosis ponderables (material) es algo evidente, fácilmente concretable en todos sus diferentes aspectos. La acción de una substancia a dosis imponderables (inmaterial) es para la ciencia oficial algo totalmente imposible que pueda ocurrir.

La acción de las dosis ponderables

Es lo  que se viene estudiando y desarrollando desde hace tiempo en la ciencia oficial. Todo su esfuerzo y apoyo económico va única y exclusivamente en esa dirección. Cuando nos referimos a medicamentos ponderables su acción es fácilmente demostrable y admitida por la gente en general: 500 ml de acetaminofén (paracetamol) calma el dolor y baja la fiebre.

En contra partida con las dosis ponderables:

1- se pierde individualización, se tratan síntomas y enfermedades, no enfermos. A todos los enfermos con esos síntomas se le da lo mismo.

2- No se puede evitar, en mayor o menor grado, la existencia de efectos secundarios y toxicidad. El paracetamol puede dañar el hígado.

Aunque no se les da la difusión que se merecen, hay muchos trabajos que alertan de la peligrosidad de los medicamentos ponderables. Entre ellos el libro de dos importantes médicos farmacólogos al que se le ha negado toda difusión, a pesar de las graves acusaciones que en él se vierten: (Véase el libro: Medicamentos que matan y crimen organizado)

De igual modo, medicamentos tan usados como el ibuprofeno, se aconseja consumir con precaución dados sus serios efectos secundarios.

Lo mismo que el grave daño renal debido a medicamentos. Pero todo esto, cuando se dice, se hace con la boca pequeña.

La acción de las dosis imponderables es hoy algo científicamente demostrable

El fundador de la homeopatía Samuel Hahnemann, que no hay que olvidar que era médico y químico (Universidad de Erlangen-Núremberg Universidad de Leipzig) en un intento de evitar los efectos adversos de los principios activos a nivel ponderal, al ir diluyéndolos cada vez más y más, se encontró con que el agua adquiría distintas propiedades, según las diferentes substancias diluidas, incluso una vez eliminadas por dilución todas sus moléculas.

Como veremos más adelante, por mucho que se niegue y se quiera ocultar, hay científicos que han demostrado que esa acción es posible y real.

Descubrir el poder de la dilución es el gran mérito y el gran valor de la homeopatía

El efecto que adquiere el disolvente al diluir en él una substancia, es el gran descubrimiento y la gran aportación de la homeopatía, y también es su punto más controvertido. Va más allá de todos los principios de la física y la química actual.

La acción de las substancias diluidas no niega las leyes conocidas de la materia, estas son claras y están ahí, simplemente abre otra dimensión, que también está ahí, pero en gran medida aun por investigar. Para ello se requiere que se haga dicha investigación con una mente libre de prejuicios. Estamos hablando de algo que se rige por otras leyes diferentes a las conocidas y que rigen la materia. Siempre que sea de esta forma y con seriedad, todos los médicos homeópatas estamos abiertos a que se hagan todo tipo de estudios y pruebas respecto a la eficacia de esta medicina.

Hoy por hoy ya se ha podido demostrar científicamente la existencia del poder de acción que adquiere el disolvente al disolver en él una substancia, hasta su total desaparición, Los estamentos oficiales y el poder que los sustentan, han hecho lo de siempre, negar el valor de tales estudios y experimentos, al tiempo que retiran todo el crédito a los científicos que se han atrevido a demostrar la acción de las substancias diluidas. Estos científicos eran respetables y valorados hasta ese momento en que pasan a ser “chalados” que han perdido la cabeza. Esto es lo que ha pasado,  alrededor de 1990, con el considerado y respetable científico Jacques Benveniste(1935-2004) sobre el que todavía se puede leer el artículo “La memoria de las moléculas”.

Pasa lo mismo con el científico Luc Montagnier, el cual actualmente ha retomado los estudios del científico anteriormente citado. Ha demostrado lo mismo que su predecesor, que, al disolver una substancia, la información de lo que se ha disuelto queda en el agua a nivel inmaterial. Pero resulta que quien afirma y ha demostrado esto es un premio nobel de medicina. Luc Montagnier es el descubridor del virus del sida. Como su predecesor ha perdido todo crédito a nivel científico, sus trabajos no tienen ninguna difusión, se les liquida ninguneándolos; y eso que sus carreras científicas están, con anterioridad, llenas de méritos, reconocimientos y premios. Ir contra el poder tiene estas consecuencias. Me parece increíble que a estos científicos se le hunda y no se considere, en lo más mínimo, lo que en estos momentos están haciendo y demostrando, siendo lo que han sido, hasta hace muy poco, en el medio científico; esta forma de menospreciarlos lo dice todo.

Lo que ellos han demostrado, que se conoce como la “memoria del agua” es de una importancia tremenda para la humanidad. La ciencia oficial se niega en rotundo ni a considerar tal posibilidad, y los que se han atrevido ha demostrar que eso de la memoria del agua es cierto se les tacha de dementes y se le desmerece, quitándoles todo crédito científico. En realidad quien se opone es el poder establecido, los intereses económicos que son los que financian y dan el visto bueno a los estudios científicos. Son los mismo que hoy nos dicen cual es la buena y la mala medicina.

El poder curativo de algo “inmaterial” supone un cambio enorme en el planteamiento médico

Aceptar que las substancias diluidas tienen un poder curativo, supone, entre otras cosas, admitir también que las enfermedades se sustentan en algo inmaterial, o sea, que no solo lo material está relacionado con el hecho de enfermar, lo cual conllevaría a un cambio radical en la forma de hacer la medicina, cosa que no interesa demasiado al poder económico. Los remedios diluidos que se usan en homeopatía actúan en una dimensión no material de la persona. Esa acción de la substancia diluida, que desde hace tiempo se intuía y desarrollaba, actualmente se empieza a poder demostrar y estudiar.

Ventajas de la acción de los remedios diluidos

A nivel médico la homeopatía no tiene toxicidad, no produce efectos secundarios. Es una medicina que realmente individualiza, no trata enfermedades sino enfermos. En esto muestra otra de sus grandes peculiaridades. Así, por ejemplo, para el dolor como para la fiebre, se pueden dar diferentes remedios de acuerdo a la persona.

A nivel económico tiene la ventaja de que sus remedios, en su elaboración, tienen un bajo coste, y por lo tanto son muy económicos, se abaratarían enormemente los tratamientos médicos, que podrían estar al alcance de todo el mundo, tal como sucede en países como la India, donde la homeopatía es una medicina oficial.

Papel de los distintos estados mentales en la génesis de las enfermedades

Desde la homeopatía se sabe y se tiene en cuenta, que las emociones no resueltas son un factor inmaterial importante en la génesis de las enfermedades. La praxis homeopática tiene en cuenta el diagnóstico clínico (asma, neumonía, amigdalitis…) y los distintos estados emocionales (celos, miedo, rencor, abandono, baja autoestima, preocupación…) como también causantes de la enfermedad (además de los microbios…) para elegir el remedio adecuado para cada enfermo. De esta forma se cura el órgano y el cuerpo, pero también se ayuda a la persona a resolver aquellas causas emocionales que tengan que ver con la génesis de su enfermedad.

La importancia e influencia de los estados emocionales es otra de las verdades que defiende la homeopatía

La observación y estudio, sin prejuicios, de los enfermos, deja muy claro cuales son los factores que participan en el hecho de enfermar. Llevo muchos años ejerciendo en el campo de la medicina y tratando enfermos, lo que me hace poder afirmar que las emociones son un factor muy importante en la génesis de las enfermedades. Ojala las emociones tuvieran poco o nada que ver con el hecho de enfermar, seriamos más parecidos a máquinas y sería más fácil curar. Es bien al revés, y por lo tanto es muy importante encontrar el patrón mental relacionado con la enfermedad para poder llegar a la curación más profunda y duradera.

La influencia importantísima de los estados emocionales como causa de enfermedad es algo que está ahí, y por mucho que esto se niegue no deja de ser como es. Llama la atención que, después de tantos años de una medicina que se llama científica, más del 90% de las enfermedades siguen siendo de origen desconocido. No se tiene ni idea del por qué aparecen. No es de extrañar que esto sea así, dado que una de las causas principales (la emocional) se ignora y no se quiere ni considerar. No se investiga al respecto, pero acto y seguido se niega su influencia,  incluso hasta cuando el mismo afectado que lo intuye y lo pregunta tiene por respuesta el contundente, no, no tiene nada que ver. Pero no es así, sí tiene mucho que ver, y en muchos casos es la causa principal.

Los remedios diluidos  pueden tratar los estados emocionales, además de los transtornos físicos que estos producen, lo cual restablece la salud

Con homeopatía se puede afirmar que se tratan las causas profundas de las enfermedades al tratar las causas inmateriales en las que éstas se sustentan, cambiando el estado mental que ha generado el trastorno, al afectar las funciones y sistemas del organismo. Esta es la principal verdad de la medicina homeopática.

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