Transgénicos en Mallorca. Cultivo y comercialización.
La situación del cultivo y comercialización de transgénicos en Mallorca es preocupante para los consumidores y agricultores, sobre todo por su mera presencia. La plataforma Mallorca Lliure de Transgènics ha denunciado, y confirmado con análisis, la presencia de maíz transgénico en los campos mallorquines: se tomaron muestras de este cultivo en fincas de los municipios del Pla de Sant Jordi, Manacor y Campos. Concretamente las muestras recogidas en Sant Jordi corresponden a la variedad GM MON810 prohibida en países como Francia o Alemania.
En la campaña 2009, Mallorca LLiure de Transgènics detectó un total de 45 Ha de cultivos transgénicos, aunque los datos publicados, a finales de septiembre de 2009, por el Ministerio del Medio Ambiente y Medio Rural y Marino indican que en las Islas Baleares se han sembrado 92 Ha de maíz transgénico y por si fuera poco, la misma institución informa que todas las semillas se vendieron en la isla de Mallorca. Cualquiera que sepa sumar y restar se preguntará: ¿dónde están las 47 Ha que faltan?
Los transgénicos en Mallorca como combustible
Los transgénicos también se usan como combustible: en la planta de agrocombustibles de Llucmajor, que inicialmente se proyectó para reciclar los aceites usados, se ha utilizado soja transgénica importada. Todos los piensos industriales contienen maíz transgénico sin que los productos derivados (huevos, carne y leche) se etiqueten adecuadamente. Y el 60% de alimentos como chocolate, aperitivos, alimentos infantiles y otros platos preparados, contienen ingredientes de origen transgénico (curioso que la normativa sólo obligue a etiquetarlos como tales cuando el componente transgénico suponga más del 0,9% del producto). Un consejo práctico: las marcas que no usan transgénicos suelen dejarlo bien clarito en el etiquetado, así que si no pone nada… ¡seguro que algún componente es de origen OMG!
Desde los organismos públicos hay declaraciones de buenas intenciones que lamentablemente, hasta la fecha, no son nada más que papel mojado. Por ejemplo, en octubre de 2007, el Parlament aprobó la declaración de nuestro territorio como libre de transgénicos, pese a que desde la Conselleria de Agricultura y Pesca se reconozca la existencia de OMGs y del riesgo de contaminación genética accidental de cultivos convencionales y ecológicos. ¿Otro ejemplo? El Registro de transgénicos y la Comisión de Bioseguridad. ¿Ún último ejemplo más reciente? En enero de 2010 se publicaba, a bombo y platillo, que las Islas habían solicitado la adhesión a la Carta de Florencia en contra de la coexistencia de cultivos transgénicos con los tradicionales y ecológicos. Todo un poco contradictorio ¿verdad?
Comentarios
2 Comentarios
No estoy especialmente a favor de los transgénicos, pero de lo sí estoy completamente en contra es del uso de pesticidas y de determinados tipos de abonos que nos están envenenando. Desde luego, la alimentación es un asunto fundamental al que no se le da la importancia que merece. El origen del problema, como en todo, es económico y la solución pasa por más educación y decisión política.
Gracias por tu comentario Pedro!
Totalmente de acuerdo contigo en que el fondo de la cuestión es económico: máximo beneficio, en el menor tiempo posible, eliminando riesgos (que en la agricultura hay muchos)… Para los agricultores ecológicos (yo me considero uno de ellos a pequeñísima escala) el problema va más allá… (en mi post anterior comenté las amenazas que suponen los OMG)
Creo que uno de los grandes retos de la humanidad (entre tantos que tendremos que afrontar en un futuro cada vez más cercano) será conseguir nutrientes reales, alimentos sanos y completos.