De paseo invernal entre Valldemossa y Deià
Vista desde Son Marroig
Un paseo por algunos de los pueblos más carismáticos y bonitos de la Serra de Tramuntana en invierno siempre es una experiencia recomendable. Precisamente de la Serra de Tramuntana han venido algunos de las imágenes más bonitas de lo que llevamos de año en la isla, con la primera nevada este pasado domingo. Yo me adelanté a los acontecimientos y me di una vuelta este sábado por Valldemossa y Deià, con parada técnica en el restaurante de comida autóctona y tradicional C’an Costa para disfrutar de un sabroso arroz brut y en el mirador de Na Foradada para contemplar el paisaje invernal. Lo que se dice, ¡un día bien aprovechado!
Na Foradada entre Valldemossa y Deià
Valldemossa, a sólo 17 kilómetros de Palma, es un lugar que te sumerge en la tranquilidad más absoluta, sobre todo en temporada baja con poca de afluencia de turistas, como ha sido el caso. Pasear por sus calles empedradas y adornadas con macetas o con los azulejos en honor a Santa Catalina es todo un placer para los sentidos. De Deià se dice que es uno de los pueblos más bonitos de toda España, no sólo de la isla de Mallorca. Son numerosos los artistas de todo signo y procedencia que han buscado aquí su inspiración, como el célebre escritor Robert Graves.
Casas tradicionales de piedra en Deià con los bancales agrícolas encima
Por encima de todo ello, yo destacaría la huella etnográfica que permanece impasible al tiempo en Deià. Casas de piedra tradicionales encajadas perfectamente en el esplendor de la Serra, con sus típicas persianas mallorquinas, aderezadas por buganvillas o palmeras y rodeadas por paisajes de pinos, olivos y algarrobos centenarios. Fue allá entre los siglos X y XIII, con la ocupación musulmana, cuando se dio origen al peculiar sistema de agricultura en bancales, que le da ese toque especial y característico a la zona. Una forma de vida tradicional que supone todo un regalo para la vista.
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