El agroturismo Son Lladó es un lugar que no deja indiferente a nadie. Una auténtica possessió mallorquina, restaurada sin modificar la estructura original, cuidando hasta el más mínimo detalle, reciclando y reutilizando todo tipo de materiales y con unas edificaciones que datan del siglo XVIII.
Desde el año 2000 compagina las actividades agrícola y ganadera, con la oferta de varios apartamentos y casas rurales para su explotación turística. Un turismo a pequeña escala que supone una oportunidad de diversificación económica para la finca, que cuenta con un rebaño de ovejas que campa a sus anchas en las 23 hectáreas, junto con patos, burros, gallinas, ponis y un precioso caballo.
En un ambiente familiar y acogedor, se puede vivir la experiencia de sentir la vida en el campo y de conocer las tradiciones de esta zona de la isla, caracterizada por sus típicos molinos de viento y los pozos de agua que, en tiempos no tan lejanos, hicieron posible que en Campos existiera una importante actividad agrícola-ganadera que abastecía principalmente de carne y leche al resto de la isla
La sostenibilidad es un elemento fundamental e importante en Son Lladó, tratando de gestionar los recursos naturales a su alcance y disminuyendo la huella ecológica e hídrica del complejo. Destaca un sistema de reaprovechamiento de aguas grises gracias a una depuradora biológica que además evita la contaminación del subsuelo. Las aguas de lluvia también se almacenan para riego del huerto, hay placas solares, estufas económicas de leña y se fomenta el reciclaje y separación de residuos entre sus clientes.